Sabroso por naturaleza, el queso es una
verdadera tentación para los amantes de la buena mesa. Desde el humilde
"queso y vino tinto" que inmortalizaron los
franceses hasta las alternativas más refinadas, un buen queso es siempre motivo
para celebrar
Fabricarlo en casa, es
muy fácil. Para una primera experiencia, les sugerimos comenzar por un queso
prensado de contextura blanda.
Trucos para hacer queso casero, paso a paso
Para preparar un queso de regular tamaño,
hay que usar bastante leche: por cada 10
litros de
leche se obtiene 1
kilogramo de
queso.
Para empezar, tome 10
litros de
leche pasteurizada con 3% al 4 % de grasa y caliéntela a 65° o 70° C. Mediante
este proceso eliminará la flora que puede causar daño. Si trabaja con leche
pasteurizada no es necesario hervirla, porque perderá algunas características
convenientes para elaborar quesos.
Déjela enfriar a temperatura ambiente
hasta que alcance 40° C. En ese momento añada a la leche un yogurt natural (sin
sabor) de 250 ce. El yogurt posee una alta concentración de lactobacilus,
encargados de desarrollar diferentes sabores en el queso.
Agregue el cuajo. Este producto puede
adquirirse en las farmacias botánicas, generalmente en forma de pastillas. Para 10
litros de
leche, un cuarto de pastilla es suficiente. El cuajo es una enzima, que ayuda a
coagular la proteína de la leche.
Deje la mezcla a temperatura ambiente 1 ó
2 horas hasta que se haya solidificado por completo. Para saber si está a
punto, mueva el recipiente: si observa que la leche se separa de las paredes en
un solo bloque, es tiempo de seguir con el próximo paso.
¿Cómo cuajar?
Durante esta etapa se define la
"personalidad" del queso. Básicamente, la idea es cuajar (leche
solidificada) y quitarle todo el agua posible. Para lograrlo, corte cubitos de
1 1/2 ó 2 plg. La técnica ideal consiste usar un cuchillo bien afilado y trazar
una superficie cuadriculada sobre la masa, para obtener pequeños cubitos.
Observará cómo el cuajo comienza a soltar
una sustancia líquida o suero. Los cubitos comenzarán a hundirse y el líquido
ascenderá. La idea es separar las partes sólidas y botar el agua. Si nota que
algunas pequeñas partículas de queso flotan en el agua, use un colador para no
perderlas.
La leche cuajada se puede volver a cortar
para eliminar más agua o bien hacer pequeños surcos sobre la misma para que
actúen como un canal de drenaje.
Una vez que extrajo todo el líquido
posible, coloque los cubitos en recipientes pequeños de plástico. Los envases
de mantequilla o queso crema son ideales pues, solo tendrá que agujerearlos
previamente con un clavo caliente en la base y los laterales.
Llene cada recipiente hasta la mitad y
coloque en la parte superior un cilindro a modo de tapa con peso encima para
que la masa se prense y pierda el agua restante. No coloque trozos separados
entre sí en un mismo recipiente, para evitar espacios de aire donde pueden
desarrollarse procesos de fermentación.
Deje reposar 24 horas a temperatura
ambiente. Desmóldelo y colóquelo en la refrigeradora envuelto en plástico para
microondas.
Variantes para gourmets
La sal puede agregarse en diferentes
momentos del proceso. Si prefiere un sabor suave añada sal una vez que realizó
el primer corte en la cuajada. La sal facilitará el proceso de extracción del
agua. Agregue la misma proporción que usa para salar sus comidas.
Si prefiere un queso de sabor intenso, lo
ideal es dejarlo madurar dentro de la refrigeradora. Para iniciar este proceso
mantenga el queso sin su envoltorio de 15 días a 3 semanas. Recuerde que todos
los días debe dar vuelta el queso para evitar que se formen hongos en la parte
inferior donde se concentra más humedad. Al cabo de este tiempo, empáquelo. En
estas condiciones podrá conservarlo hasta 8 días, siempre refrigerado. El
resultado será un queso de sabor intenso con una costra dura en su exterior, y
suave por dentro.
En términos generales se aconseja el uso
de leche entera para la fabricación casera; lo ideal es que posea un 3% de
grasa. Sin embargo, si prefiere una variante dietética, use leche y yogurt
descremados.
Recuerde que para elaborar más o menos
cantidad de queso solo tendrá que aumentar o disminuir en la misma proporción
cada uno de los ingredientes.
Diez pasos para no equivocarse al hacer queso casero
1. Calentar la leche pasteurizada
entre 65
a 70 ° C.
2. Enfriar hasta que alcance los
40° C.
3. Añadir el cultivo lácteo (yogurt natural) y el cuajo.
4. Dejar reposar a temperatura ambiente de 1
a 2 horas.
5. Cortar la cuajada en cubitos y extraer la mayor cantidad de agua posible
6. Agregar sal.
7. Poner dentro de recipientes agujereados y prense.
8. Desmoldar.
9. Empacar con plástico para microondas.
10. Almacenar en la refrigeradora.
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